ale con pipa

Friday, November 25, 2005

aiqus

el sol saluda:
nos despide con fuerza,
me quemo papá.


estoy dejando
en algún lado oscuro
los dos púlmones.


la mandolina
bailando en tus brazos
crece que crece.



agüita corre
en el acantilado
va conversando.



el sol no tiene
responsabilidades,
sale de día.



parece oscuro
el tema de los ruidos,
mucho celular.



estás bailando,
tocando panderetas
y abrazando.

Bam Ban

Están todos nerviosos, pensó, todos gritan. Parece que esta por llegar la paz, siempre se ponen así cuando viene una paz, a veces se estresan para relajarse. Y se olvidan de mi comida, y se olvidan de mi. Tienen manos fuertes, saben caminar y abrazar y bailar. Yo también se bailar, pero con menos gracia. Se lamer, mucho mejor que ellos, y se rascarme y morder. Son más complicados en cuanto a territorio, lo convierten todo en una cucha...

Se abre una puerta, y no es de comida. Sonríen y saludan, apareció una hembra. Ahora los movimientos parecen más cuidados y a la vez más animales. Encienden el olfato, huelen sus cuerpos, se prueban con la mirada. No hay plato para todos, y muestran sus dientes. Sin amenaza, sólo exhibiendo. Quizás alguna coma, pero tienen cariño para expresar y también lo van dejando caer sobre el piso. Acercan sus lomos de a uno, y ella se deja tocar. Los maneja tranquila, recibe un poco de todos, sonrisas, miradas, buenos tratos y conversaciones. Hay poco tacto, pero se respiran las intenciones. Suena la música y algunos se van distrayendo, dando por perdidos. Otros siguen al acecho, disfrutándolo sin esfuerzo. Es un lindo momento,. Salgo de debajo de la mesa y muevo la cola, ella me llama y hacia ella voy. Me acaricia, tomo su mano con la lengua, me hace cosquillas y le pongo las patas sobre las rodillas, ella me alza y me hace un lugar sobre su pollera, juega con mi cuerpo... justo cuando siento que me tienen envidia, se acuerdan de mi comida y la abandono. Estoy domesticado.

Thursday, November 03, 2005

Me lo tuvieron que explicar

La manteca va en la heladera,
en la mesa se derrite,
se convierte en un charquito amarillo
que se desprende del hielo lechoso.
La tostada crujiente absorbe
la incontinencia
y es miel.
Imagino tu vientre embadurnado,
te imagino de plástico tibio.
(estoy obstinado en incluir un maniquí)
Manteca, maniquí.

más vale tarde que temprano, porque si no hay que esperar

¿cómo voy a hablar del otoño?
Las hojas esto y lo otro.
En la calle me tropiezo constantemente,
golpeo hombros ajenos,
me gritan barbaridades
cuando me doy vuelta, piso caca
y con una porción de odio
pienso en todos los que dicen que trae buena suerte.
Busco trabajo de asesino,
el sueldo ya no es lo que era,
en fin,
Crónica dice que falta poco para la primavera
y todavía no llego el invierno.

Atentí con freddy

I

Atentí pebeta, que esta noche es nuestra teta,
y el muerdago falso sobre el cable, hace que
caminando al cadalso yo hable,
y me muera de puro vago.
¿Qué paso?
Termino la era cuando todos eramos magos
y vos, otra más,
una más en el camino,
una más en la burbuja,
que de pura bruja aprendiste a mear de dorapa
hasta que en una noche de grapa te perdiste con Ricardo
y al fondo del pasillo de cardo,
no te hiciste cargo
y no volviste más.


II

Atentí pebeta, te cantábamos
cuando todavía no eras berreta
y meta y meta le dábamos al trago,
eras una más de los vagos.
Tanto que casi eras una hermana,
casi casi, pero sin espanto, nos separamos una semi luna,
y con el bigote te fuiste a la cuna,
te escapaste entre manos
y nos quedamos solos en las noches de corsario,
nunca más te volvió a ver el barrio.


III

Atentí pebeta, atentí
que cada uno encontró su veta
y si la vena me queda
y si esta noche chamuyo todavía
es que quizás me quede un poquito calentito,
calentito, los panchos.

para empezar con algo

con la pantalla en penumbras, casi con los sentidos apagados
exagerando la ceguera, para poder mirar a los costados
en eso, los seres humanos se parecen a las moscas
nos atraen las luces brillantes.

y nosotros dos, cuando no tenemos magia para estar en un mundo aparte
somos como todos
y vamos a lugares donde van muchos,
y parece que cuantos más mejor.
nos apretamos, entre la noche y las luces movedizas
y nos chocamos para bailar.
la música involuciona para que cualquiera pueda pensar que esta bailando.
unos golpes de máquina y con solo mover el dedo formo parte del ritmo,
la contaminación de la ciudad hecha canción.

me pongo de mal humor, pienso que soy un analfabeto del oído
y que mis sensores anticuados no saben apreciar los bits,
se me ocurre que soy tan conservador como los que alguna vez despreciaron el rock.
pero no hay caso, habiendo tantas cosas lindas, tantos sonidos o instrumentos lindos,
no entiendo por que eligen escuchar una marcha.



y sonrió para vos, y sonreís para mí y me alcanzas un ron con coca,
también llamado cuba libre,
y bebemos por la salud
y nos reímos de puro inspeccionar.
y sigo escuchando el martillo en mi cabeza,
pero ya no importa tanto,
hago crecer arboles de silencio de tu cuello
y descubro detrás de tu oreja un paraíso tanguero
para bailar con la nariz
y saludar con los labios.
en momentos así, me gusta estar apretado contra vos.
brindo por nuestro espacio,
ya estoy encandilado.